“Para Dios no hay nada imposible”
Eso debieron pensar Maximiano y Teresa cuando frente a todas las adversidades, decidieron luchar por aquello que el Espíritu Santo les suscitaba.
En ellos la palabra CONFIANZA tomó forma de cruz en muchos momentos, pero cuando se pone en el centro a Dios, todo lo demás cobra sentido y se ordena.
Y con siete jovenes enamoradas de Cristo y con unas ganas locas de llevarlo a cada rincón a traves de la educación , nació la congregación de la Presentación.
A través de una niña, nuetra Niña María fueron, somos y seremos testigos de algo más grande que esa obra...la historia de amor que solo Dios realiza en nosotros.
-Las tormentas hacen las raices del árbol más fuerte-